domingo, 6 de junio de 2010

¿Por qué será esta especie de pasión por los locos?
Y que me surge una serie de interrogantes al pensar en ellos.
Los admiro, cada uno de ellos.
Y la locura, si uno de ellos fuera mi amigo, pongámosle un asesino,
me mataría. Si fuera un violador me violaría. Si fuera lo que fuese.
Son las personas más especiales que existen.
Son las personas más cuerdas, mirándolo de otro punto de vista.
Y todavía me siguen surgiendo miles y miles de cosas para decir sobre ellos.

"En esos días comencé a tener una pesadilla que me persiguió por años.
Un viajero sediento camina por el desierto, ve la sombra de un ave rapiña, pero no al ave. Si mira hacia el cielo el sol lo ciega. Sólo ve la sombra amenazante haciendo círuclos cada vez más cerrados, cada vez más cerca".
"Prendí la tele, buscando algo que me distrajera un poco. El lío que tenía en la cabeza era como un gran ovillo que no tenía ni principio, ni final. Al menos por el momento. Al menos para mí.
Me encontré mirando "Tarzán en New York", una de esas tantas películas horribles, con uno de esos tantos tarzanes horribles. La historia era así, unos cazadores capturaban a Chita y la subían a un barco. Tarzán se subía a otro barco para ir a rescatarla y le barco lo llevaba a New York. Al llegar, se tiraba al río y se trepaba al puente (ese que parece en todas las películas) y se quedaba parado con expresión de oligofrénico, mientras los autos pasaban y la gente le gritaba cosas en un idioma que él no entendía. Después se enganchaba a uan rubia fenomenal (Jane) y rescataba a Chita. Pero eso no es lo que importa. Lo que importa es que yo me sentía como Tarzán en el puente. Desnudo y rodeado de cosas que no entendía."
"La gente no entiende nunca al que es diferente.
En una época los metían en manicomnios, en otras en campos de concentración-suspiró-.
La gente le tiene miedo a lo que no entiende. Si la sociedad margina a los que son diferentes, qué destino puede tener un perro que tiene las orejas un poco más grandes. "
Uno de los motivos porque quiero tanto a este perro es por sus ojos. Desde que estoy enfemo la gente me mira de distintas maneras. En los ojos de algunos veo temor, en los de otros intolerancia. En los de la abuela veo lástima. En los de papá enojo y verguenza. En los de mamá miedo y reproche. En tus ojos curiosidad y misterio, a menos que creas que mi enfermedad no tiene nada que ver con que estemos juntos en este momento. Los únicos ojos que me miran igual, en los únicos ojos que me veo como soy, no importa si estoy sano o enfermo, es en los ojos de mi perro. En los ojos de Sacha.
Lo malo de llorar cuando uno pica la cebolla no es el simple hecho de llorar, sino que a veces uno empieza y ya no puede parar.